La polarización ha impedido que los partidos acuerden una reforma.

El presidente estadounidense, Barack Obama, rechazó que su decisión de aplazar las medidas sobre inmigración responda a los temores de los demócratas ante las elecciones del Senado, aunque reconoció que la situación política "cambió" tras la avalancha de menores sin acompañantes en la frontera mexicana a mediados del verano.
"He sido coherente sobre por qué esta cuestión migratoria es importante", aseguró Obama en una entrevista en el programa Meet the Press de la NBC, en la que trató de responder a las críticas por su decisión de postergar una decisión sobre inmigración hasta después de las elecciones legislativas de noviembre, informó Efe.
No obstante, sí reconoció que la situación política había cambiado a mitad del verano con la crisis provocada por la avalancha de menores sin acompañantes que trataban de pasar la frontera sur de Estados Unidos, procedentes en su gran mayoría de Centroamérica.
"Esa crisis cambió la situación política", subrayó.
Pero recalcó que este aplazamiento no se debe a los temores expresados por algunos senadores demócratas de que una decisión podría afectar el resultado de los próximos comicios.
"No, esa no es la razón", dijo el mandatario, quien ha sido objeto de fuertes críticas por las comunidad pro-reforma, especialmente la hispana, por considerar que había roto la promesa hecha hace tres meses.
Obama explicó el cambio de posición por la necesidad de aclarar la situación y tener más tiempo para dar a conocer la realidad migratoria.
"Cuando tomo una medida ejecutiva, quiero asegurarme que es sostenible. Voy a actuar porque es lo correcto para el país. Pero va a ser más eficaz si la gente entiende cuáles son los hechos de la inmigración, lo que hemos hecho con los menores sin acompañantes y por qué es necesario", agregó.
Polarización aleja la reforma
"La tensión y la polarización del Gobierno de los Estados Unidos, entre los republicanos y los demócratas, ha llevado a un Gobierno básicamente inefectivo que no puede crear ninguna política (migratoria) que beneficie a los niños" ni a la población migrante en general, dijo la directora del Centro de Recursos Centroamericanos (Carecen) del Norte de California, Lariza Dugan.
Los republicanos y demócratas "están pisando muy cautelosamente" el tema de la reforma, sobre todo por el ambiente preelectoral que se vive de cara a los comicios de noviembre, agregó al ser consultada en una conferencia de prensa.
Una eventual reforma migratoria podría no solo beneficiar a los migrantes en situación irregular en Estados Unidos, sino también para detener el "éxodo" de niños migrantes no acompañados que se ha desatado en los últimos meses.
Debido a que "si se hubiera dado una reforma para los 11,3 millones (de inmigrantes) que se especula hay en EEUU de forma irregular, esas personas habrían podido pedir a sus niños de forma legal y los niños no se habrían tenido que encaminar en esa jornada tan peligrosa", señaló Dugan.
Pese a los riesgos, los centroamericanos, de Guatemala, Honduras y El Salvador, están pagando a un coyote o traficante de personas "hasta 14.000 dólares" para pasar ilegalmente hacia EEUU, destacó.
Dugan, que también pertenece a la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas (Nalacc, por sus siglas en inglés), estuvo en San Salvador, junto a otros representantes de ese organismo, de gira por Centroamérica para tratar el problema de la migración de niños no acompañados.
De acuerdo a los últimos datos del Departamento de Seguridad Nacional, en lo que va de año fiscal, que comenzó en octubre pasado, han sido detenidos un total de 66.127 menores tras cruzar ilegalmente la frontera de México con Estados Unidos, 88% más que los 35.209 del mismo período del año anterior.
"He sido coherente sobre por qué esta cuestión migratoria es importante", aseguró Obama en una entrevista en el programa Meet the Press de la NBC, en la que trató de responder a las críticas por su decisión de postergar una decisión sobre inmigración hasta después de las elecciones legislativas de noviembre, informó Efe.
No obstante, sí reconoció que la situación política había cambiado a mitad del verano con la crisis provocada por la avalancha de menores sin acompañantes que trataban de pasar la frontera sur de Estados Unidos, procedentes en su gran mayoría de Centroamérica.
"Esa crisis cambió la situación política", subrayó.
Pero recalcó que este aplazamiento no se debe a los temores expresados por algunos senadores demócratas de que una decisión podría afectar el resultado de los próximos comicios.
"No, esa no es la razón", dijo el mandatario, quien ha sido objeto de fuertes críticas por las comunidad pro-reforma, especialmente la hispana, por considerar que había roto la promesa hecha hace tres meses.
Obama explicó el cambio de posición por la necesidad de aclarar la situación y tener más tiempo para dar a conocer la realidad migratoria.
"Cuando tomo una medida ejecutiva, quiero asegurarme que es sostenible. Voy a actuar porque es lo correcto para el país. Pero va a ser más eficaz si la gente entiende cuáles son los hechos de la inmigración, lo que hemos hecho con los menores sin acompañantes y por qué es necesario", agregó.
Polarización aleja la reforma
"La tensión y la polarización del Gobierno de los Estados Unidos, entre los republicanos y los demócratas, ha llevado a un Gobierno básicamente inefectivo que no puede crear ninguna política (migratoria) que beneficie a los niños" ni a la población migrante en general, dijo la directora del Centro de Recursos Centroamericanos (Carecen) del Norte de California, Lariza Dugan.
Los republicanos y demócratas "están pisando muy cautelosamente" el tema de la reforma, sobre todo por el ambiente preelectoral que se vive de cara a los comicios de noviembre, agregó al ser consultada en una conferencia de prensa.
Una eventual reforma migratoria podría no solo beneficiar a los migrantes en situación irregular en Estados Unidos, sino también para detener el "éxodo" de niños migrantes no acompañados que se ha desatado en los últimos meses.
Debido a que "si se hubiera dado una reforma para los 11,3 millones (de inmigrantes) que se especula hay en EEUU de forma irregular, esas personas habrían podido pedir a sus niños de forma legal y los niños no se habrían tenido que encaminar en esa jornada tan peligrosa", señaló Dugan.
Pese a los riesgos, los centroamericanos, de Guatemala, Honduras y El Salvador, están pagando a un coyote o traficante de personas "hasta 14.000 dólares" para pasar ilegalmente hacia EEUU, destacó.
Dugan, que también pertenece a la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas (Nalacc, por sus siglas en inglés), estuvo en San Salvador, junto a otros representantes de ese organismo, de gira por Centroamérica para tratar el problema de la migración de niños no acompañados.
De acuerdo a los últimos datos del Departamento de Seguridad Nacional, en lo que va de año fiscal, que comenzó en octubre pasado, han sido detenidos un total de 66.127 menores tras cruzar ilegalmente la frontera de México con Estados Unidos, 88% más que los 35.209 del mismo período del año anterior.
Fuente: El Universal
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