12 septiembre 2014

Obama prolonga la estrategia de guerra antiterrorista de EEUU

El Congreso le ofreció a Obama su respaldo en el plan contra el EI.


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La decisión del presidente estadounidense Barack Obama de participar en una larga batalla para derrotar al Estado Islámico (EI) en Irak y Siria representa un giro relevante en sus posturas respecto al Medio Oriente a 28 meses de abandonar la Casa Blanca. 

Un días después de que el mandatario anunciara su estrategia de extender la lucha contra el EI a Siria, a través de una coalición de más de 40 países, Obama considera que dotar de armamento a las fuerzas insurgentes sirias y ofrecer mayor apoyo militar y de inteligencia a los iraquíes, permitirá "degradar y hasta destruir" al EI.

De esta forma Obama pone fin a una negativa de hasta hace un año de vincularse a la guerra civil siria, en la que Irán y Rusia son aliados vitales del presidente Bashar al Assad. 

Conforme el Pentágono viene diseñando un plan de "pivote asiático" para posicionarse en esa región del mundo desde hace cinco años, la mutación del yihadismo le demuestra a EEUU la necesidad de mantenerse activo en Medio Oriente.

"Este será un esfuerzo sostenido e implacable para derrotar al EI dondequiera que esté, usando nuestro poder aéreo y nuestro apoyo a fuerzas aliadas sobre el terreno... una estrategia que hemos seguido con éxito durante años en Yemen y Somalia", explicó Obama el miércoles en su discurso, citaba Efe. 

En su primer mandato, ya hace seis años, Obama apoyó bombardeos selectivos con aviones no tripulados (drones) contra Al Qaida y otros grupos terroristas en Yemen y Somalia, otorgando respaldo en materia de inteligencia con el apoyo de varias monarquías del Golfo.

La reedición de esta estrategia generó ciertas críticas, tomando en cuenta que no han sido efectivas en el terreno.

El diario The New York Times criticó que "Obama está hundiendo a EEUU en el centro de uno de los conflictos más sangrientos, más crueles y fratricidas del mundo, en referencia a la guerra de Siria". 

A su vez, los analistas reprochaban el hecho de que no se da un tiempo establecido para el fin de las operaciones contra el EI, con lo que el mandatario puede dejar como herencia su propia "guerra contra el terror" más allá del fin de su mandato en 2017, tal como lo hizo su antecesor, el expresidente George W. Bush.

Obama reconoció que EI no plantea actualmente una amenaza directa para su país, aunque sostuvo que " si no se controla "podría serlo".

Por otro lado, líderes republicanos del Congreso expresaron ayer su respaldo al plan del mandatario de armar a los rebeldes sirios, mientras la Casa Blanca pidió un voto "urgente" al respecto y el Pentágono se prepara para ampliar la ofensiva contra los yihadistas.

No obstante, el Congreso no votará antes del próximo martes su autorización al plan de Obama, debido a que los republicanos rechazan precipitarse en un asunto tan importante de política extranjera, acotó AFP.

Mientras, el Pentágono indicó este jueves que los 475 nuevos asesores militares que Obama anunció el miércoles que enviaría a Irak comenzarán a llegar al país este fin de semana, lo que elevará a unos 1.600 el número de militares estadounidenses en el país.

Desde ahora con una vinculación directa de la Casa Blanca en la guerra civil de Siria, con más de 200.000 muertos en tres años, la interrogante es si la estrategia contra el EI esconde la derrota de Bashar al Assad, o en definitiva la pasa por alto ante una urgente necesidad de mantener estable el convulso Medio Oriente. 

Fuente: El Universal / Frank López Ballesteros 

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